Soy vanidoso, déspoto, blasfemo;
soberbio, altivo, ingrato, desdeñoso;
pero conservo aún la tez de rosa.
La lumbre del infierno a mi me quema.
Es de cristal cortado mi sistema.
Soy ególatra, frío tumultuoso.
Me quiebro como frágil mariposa.
Yo mismo he construido mi anatema.
Soy perverso, malvado, vengativo.
Es prestada mi sangre y fugitivo.
Mis pensamientos son muy taciturnos.
Mis sueños de pecado son nocturnos.
Soy histérico, loco, desquiciado;
pero a la eternidad ya sentenciado.